Compatibilidad de Leo y Piscis

Los nativos de Leo son, como su signo señala, Fuego puro. Creen que están en la vida para impulsar a que aquellos a los que aman se vean impulsados a rebelarse, a ir un paso más allá de sí mismos. Ese crecimiento es caótico y apasionado, si seguir nunca una línea recta. Leo no sabe muy bien hacia dónde va, pero eso no le importa demasiado: como el rey que es, asume que tarde o temprano el Destino se lo ha de revelar.
Por ello uno de los compañeros de travesía que le agradan es Piscis, un signo del que es muy sencillo del que se enamore.

Fuego y Agua bullen y crean movimiento en la dosis precisa. Ese movimiento es una fuerza dispersa y caótica, pero que a su manera logra crear cambios a su alrededor. Así es el amor que estos dos se prodigan. Uno complicado, caótico, sin un objetivo preciso, pero que les satisface a los dos.

Leo ve en Piscis a un soñador que le puede guiar en territorios en los que nunca se ha movido antes, y que le ayudará a descubrir una región de sí mismo que desconocía: su vida interior. Leo, por su parte, le puede enseñar a Piscis algo que le hace mucha falta: la insistencia.